Agosto,
es para la mayoría de la gente, el mes de las vacaciones. Muchos de los comercios cierran en estas fechas. Hasta en la Agencia Tributaria están bajo mínimos, ¡no es tiempo de cargar impuestos!.Es notable un aumento de personas en las zonas de costa y simultáneamente el descenso en las zonas de interior. Como si de aves nos tratáramos emigramos los que podemos, buscando "las ansiadas vacaciones para librarnos de qué se yo" y realmente ¿por qué?...¿qué tipo de vacaciones buscamos?...¿qué tanto suponen en nuestras vidas?... ¿por qué unas vacaciones? ¿por qué?
A este por qué, le buscaremos una respuesta; para ello nos detendremos en el Evangelio.Nos fijaremos en Jesús, semejante a nosotros. Buscamos Mc.6, 30-34 donde se nos narra: que viendo Jesús fatigados a sus discípulos al volver de la misión,
los invita a tomarse unas breves vacaciones. Les dice: "Venid vosotros
solos a un lugar tranquilo y apartado para que descanséis
un poco"¡qué gesto tan hermoso y tan humano de parte de Jesús hacia sus apóstoles! pero ¿qué tipo de descanso era su propuesta?