"No podemos dejar que otros hermanos carezcan de lo necesario mientras a nosotros nos sobran cosas"

jueves, 18 de julio de 2013

CORAJE PARA ... "RENOVARSE"



No te quedes inmóvil 
al borde del camino 
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca.
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
   no dejes caer lo párpados
   pesados como juicios
   no te quedes sin labios
   no te duermas sin sueño
   no te pienses sin sangre
   no te juzgues sin tiempo...
(Fragmetos del poema "No te salves" de Mario Benedetti)
Hace más de quince años Leonardo Boff publicó en el Jornal do Brasil, un artículo con el título “Rejuvenecer como águilas”. Ya comentábamos en anteriores entradas como una característica esencial de la compasión es el coraje; lo contrario del miedo. Ese coraje que nace del centro del corazón y vuela como con alas invisibles de la valentía hasta el hermano más pequeño, más débil, más necesitado... En este contexto Boff nos recordaba un mito de la antigua cultura mediterránea sobre el rejuvenecimiento real de las águilas ¿qué importancia podría tener para nosotros el compartir esto?
Que rejuvenecer como un águila puede significar la entrega a Jesús de todo lo viejo en nosotros como son los hábitos y las actitudes que no nos engrandecen; entregarle el querer tener siempre la razón y la ventaja en todo, el descuido con uno mismo, con la casa, con nuestro lenguaje, la falta de respeto con la naturaleza, así como la falta de solidaridad con los necesitados, próximos y distantes.
También puede significar tener el coraje de entregar nuestros miedos para volver a empezar y estar siempre abiertos al cambio: abiertos a la acogida de nosotros mismos y de los otros. Atentos y abiertos al ver, escuchar, crecer y amar. 
¿No podría ser esto nuestro compromiso, en el comenzar de cada día desde la invitación que nos brinda Jesús en cada Palabra del Evangelio? (Koinonía Mt 11, 18-30)

Caminamos en esperanza
L.C.R

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