"No podemos dejar que otros hermanos carezcan de lo necesario mientras a nosotros nos sobran cosas"

lunes, 1 de julio de 2013

INYECCIONES DE ESPERANZA

 Mientras Santa Emilia ejercía todas estas obras de apostolado no sabía qué congregación escoger, o si en definitiva debería ingresar en alguna Orden de clausura. Llamó a diversas puertas, se relacionó con distintas superioras, hasta que, finalmente, su director espiritual, viendo claro su camino, redactó los estatutos por los cuales debería regirse en el futuro la congregación de la Sagrada Familia.
Fueron treinta y tres años llenos de continuo caminar para fundar; abrir escuelas, levantar casas, inyectar esperanzas, acompañar a hijas…
Hoy vivimos inmersos en la crisis de esta sociedad globalizada, donde cada día nos envuelven noticias que nos empujan a la desesperanza... Necesitamos de personas como Santa Emilia que inyecten esperanza; ya que lo propio y peculiar del ser humano es la confianza, la alegría, "la esperanza".
Releía que hace ya unos cuantos años el cardenal Pironio escribía: "Los tiempos difíciles exigen hombres fuertes; es decir, que visan en la firmeza y la perseverancia de la esperanza". Podríamos añadirle … "verdadera". Pues a través de los medios de comunicación de los valores que nos ofrece este sistema nos crean la necesidad de vanas esperanzas que se desvanecen o pierden su ser... ¿Saben cuál es el resultado si nos acogemos a ellas? Que nos encontramos sin sentido y desesperanzados en el caminar.
Retomar el texto Col. 3:1-4 donde encontramos una nueva invitación a la vida desde la Esperanza Verdadera, es saber que mantener esta esperanza no tiene que ver con nuestras emociones sino con nuestra voluntad. Si queremos cultivar la esperanza cristiana debemos recorrer un proceso de formación en nuestro pensamiento. A través de una formación vital y experiencial basada en la Palabra, a través de la oración y a través de la celebración eucarística o comunión (que no es otra cosa que la común unión con el hermano). Estos fueron los tres pilares en los que perseveró y por los cuales Santa Emilia pudo inyectar esperanzas en sus relaciones “ella no enseñaba, podemos descubrir en su biografía que ella en todas los momentos acompañaba” fue testigo fiel de la Esperanza Verdadera.

¿Te dejas inyectar directamente por Él que es Camino, Verdad y Vida?
¿Te sientes con la valentía de inyectar esperanza en tantos hermanos que tenemos entre manos y en tantos que no tienen cubiertas las necesidades básicas?
Sigue sus huellas
L.C.R
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