Las contradicciones y las enfermedades no la abatieron nunca, y solía decir: "Atravesaré hasta por lo imposible, ya que la contradicción es el sello más autentico de las obras de Dios".Ella, tenía la sabiduría de Dios, la certeza que el seguimiento de Jesús la llevaba y llevaría por el camino de la contradicción pero con "fortaleza".
En Mc. 8, 34 Jesús nos recuerda que sus discípulos tienen que negarse a sí mismos. Les dice: “...que cargue con su cruz y me siga...”
A nosotros esta sociedad nos ha enseñado a vivir siempre buscando un estado de bienestar, a temer y a huir del dolor, a ver normal perder la fe en los momentos difíciles, de cruz...
Haz lo posible, en las pequeñas cosas pronto verás lo imposible realizado. Lo posible es creer que Él va delante actuando.
Jesús en cambio advirtió a aquellos primeros discípulos y hoy a nosotros. Nos dice que su camino no es el camino del mundo, que debemos dejar atrás aquello que nos impide caminar con Él (... se niegue a sí mismo). Y sabemos por otras personas o por historias propias que indudablemente actuar desde la mentalidad de Jesús es encontrarnos con la oposición, la burla, la soledad... El mundo oferta y vive de otros valores que no son Evangelio (Buena Noticia).
¿Estamos dispuestos a seguir adelante? y ¿qué haremos con las espinas que encontremos?
Ahora Jesús nos anima; ..."Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» Mt.11,30. Si optamos por Jesús nunca nos encontraremos solos. Decirnos "mi yugo... y mi carga" es decirnos que esa carga y yugo lo soporta Él. Que en este camino lo nuestro, pasa a ser de su propiedad y Él lleva nuestras cosas. ¿Acaso esto no es buena noticia?
Profundizamos un poquito en los párrafos de arriba, entre líneas podemos leer que Emilia se abandona totalmente a la Providencia y recibe la fortaleza y otros dones o gratuidades. Ella nos lo dice literalmente: "atravesaré hasta por lo imposible"...Encontrarse ante lo imposible es no poder hacer nada, quedarse paralizado. ¿Qué nos deja paralizados? El miedo es uno de los mayores paralizadores provocadores de muerte. Con Jesús el miedo se transforma en fortaleza, hasta atravesar lo que jamás hemos pensado.
¿Estás dispuesto como Santa Emilia a atravesar hasta lo imposible?
L.C.R.
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