¡EMBARCAMOS, DESEMBARCAMOS!

Agosto, es para la mayoría de la gente, el mes de las vacaciones. Muchos de los comercios cierran en estas fechas. Hasta en la Agencia Tributaria están bajo mínimos, ¡no es tiempo de cargar impuestos!.Es notable un aumento de personas en las zonas de costa y simultáneamente el descenso en las zonas de interior. Como si de aves nos tratáramos emigramos los que podemos, buscando "las ansiadas vacaciones para librarnos de qué se yo" y realmente ¿por qué?...¿qué tipo de vacaciones buscamos?...¿qué tanto suponen en nuestras vidas?... ¿por qué unas vacaciones? ¿por qué?

A este por qué, le buscaremos una respuesta; para ello nos detendremos en el Evangelio.Nos fijaremos en Jesús, semejante a nosotros. Buscamos Mc.6, 30-34 donde se nos narra: que viendo Jesús fatigados a sus discípulos al volver de la misión, los invita a tomarse unas breves vacaciones. Les dice: "Venid vosotros solos a un lugar tranquilo y apartado para que descanséis un poco"¡qué gesto tan hermoso y tan humano de parte de Jesús hacia sus apóstoles! pero ¿qué tipo de descanso era su propuesta? 

El texto sigue "...y es que eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer...". De aquí podemos aprehender que para los discípulos el afán no era pensar en ellos mismos, en sus placeres y sus cosas apartándose y despreciando al resto... Al revés,  llegaban hasta a olvidarse de sí, se encuentran que no tienen ni tiempo para comer. Y es que una vez más vemos que los discípulos que son acompañados y acompañan a Jesús su prioridad está en los demás.

Más adelante, meditamos como a pesar de embarcarse para buscar un sitio de descanso es mucha la gente que los "ve marcharse" y van detrás de Jesús y de los doce; para volver a encontrarse con ellos. "Al desembarcar, vio una grande multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor”. ¡Que poco tiempo les duraron las "vacaciones" porque, al desembarcar, continuaron con sus afanes apostólicos y misioneros! ¡Qué ejemplo de entrega a los demás!. Hoy como en aquel momento sigue habiendo una multitud que andan como ovejas sin pastor; encontramos niños, jóvenes, mayores...

Multitudes que buscan ser felices y se sienten insatisfechos. 

Multitudes que buscan un trabajo digno.

Multitudes que buscan una educación.

Multitudes que buscan una alimentación básica.

Multitudes que buscan compañía.

Multitudes que buscan cariño.

Multitudes que buscan de nuestro compartir y solidaridad.

Una multitud que están mirándonos...

Igual podríamos afirmar, que siempre a nuestro alrededor podemos ver personas más necesitadas que nosotros; y esto nos debe llevar en primer lugar a meditar que nuestra misión no debe terminar en las vacaciones. Que el desembarcar nos haga estar atentos a una compasión de ver y acompañar a todas esas muchas o una, pues de lo contrario sería falsa compasión quedarnos solamente en ¡qué lástima!. La compasión que nace del Espíritu te lleva a ver, sentir, y actuar... 

Ya para terminar, decir que me sorprendo aún más cuando caigo en la cuenta de la humanidad de Jesús, que no se le escapa ni un detalle y que es continua su preocupación de que no les falte nada a los suyos, como tampoco ese saludable "weekend" para que descansen y repongan las fuerzas perdidas por el desgaste del apostolado. 

Piensa a qué te invita Jesús hoy... Invitó a... y te invita a ¡un feliz paseo en barca por el mar de Galilea en su compañía! De lo que nuestro tiempo "weekend" debe ser una nueva oportunidad para reponernos no solo físicamente sino espiritualmente "no solo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios"... "En compañía de nuestro Fiel Amigo y Compañero Jesús, veremos a la multitud y tendremos compasión de ella".

Rumiad y trabajad el volver renovados y cimentados en la Esperanza que nunca defrauda.

¡FELIZ DESCANSO!
 ¡VOLVEREMOS CON MÁS PALABRAS Y SOLIDARIDAD 
PARA EL CAMINO, HASTA SEPTIEMBRE!

Sed Felices

L.C.R.