"No podemos dejar que otros hermanos carezcan de lo necesario mientras a nosotros nos sobran cosas"

martes, 28 de enero de 2014

MIRAMOS CON SANTA EMILIA A LA SAGRADA FAMILIA

Practiquemos las virtudes de la sagrada familia;
la dulzura, la humildad y la caridad ante todo.
(Sta.Emilia de Rodat)

A principios de enero en las comunidades educativas celebrábamos con las hermanas religiosas nuestra fiesta de la Sagrada Familia, tan importante para todos los cristianos; pero, aún más para nosotros.Con Sta. Emilia hemos conocido más la familia de Jesús, ella nos ha ayudado a descubrir y a vivir como una familia unida, exactamente ¿a qué carismas nos va invitando? ¿qué importancia doy a la familia? ¿quiénes son mis padres y mis hermanos? (Leer Lc.8,21)
"No tengamos más que un solo corazón y una sola alma, igual que formamos una sola familia" (Sta.Emilia)
Pío XII decía sobre la familia; - es la célula insustituible del pueblo, es la más firme base social. Sin embargo nos encontramos en un punto de la historia en que andamos como individuos aunque ya comienzan a relucir los primero rayos “la conciencia de la necesidad de revitalizar los valores humanos” Y acaso ¿no es en la familia donde se aprehenden de estos valores? Si, necesitamos revitalizar nuestros ideales personales y familiares con los de Jesús de la mano de Sta. Emilia de Rodat.
En el texto evangélico de S.Lucas (2, 51-52) dice así: (Jesús)  …descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. María, llena de gracia, obedece a José, que, siendo el menor en gracia y virtud, es, sin embargo, el jefe de la familia, de la casa. Aunque también él obedece a una misión, que él sabe que es voluntad de su Dios. Y así, sabe mandar con suavidad, y cumplir con dulzura sus deberes de esposo y de padre putativo. María y José cuidan de su hijo. Le envían a la escuela, como van los demás niños; trabajan en su educación, en cierto modo, en la educación humana de Jesús, por los sentidos y la experiencia. Los padres tienen el deber de educar a sus hijos, y José y María,  lo cumplen.
 Hacemos también mención a momentos ya de la madurez de Jesús cuando andaba con sus discípulos; leemos en Juan:
-los corregía cuando ellos se quejaban (6:60-71)
-estaba siempre abierto y dispuesto a responder a las inquietudes de sus discípulos (9:2-3; 11:4-16)
-compartía y le revelaba verdades espirituales que ellos no entendían en el momento (11:11-15; 13: 31-34; 14: 15:30; 15-17; 21: 15-22)
-tenía una relación fraternal y cercana con ellos, como es el caso de Lázaro, Marta y María (11:28-44)
-le gustaba pasar tiempo compartiendo (21:9.14)
-Jesús sirvió humildemente, lavándole los pies (13:4-17)
-Jesús les daba instrucciones claras y concretas a sus discípulos (6:10, 12-13) y esperaba que ellos le obedecieran desde la libertad.

El ejercicio de la autoridad y de la obediencia; la concesión de los medios de justicia necesarios a la propia institución familiar; el perfecto cumplimiento de los deberes de los esposos, de los deberes de los padres, de los deberes de los hijos; son ideales positivos. Ideales eficaces para nosotros, para los hombres de hoy.
¡La obediencia! Ennoblece porque forma la voluntad con verdadera libertad, rectitud y firmeza. Que es por eso una gran virtud social, una gran escuela de alegría. 
Así podemos ver de la Sagrada Familia en estas breves frases de S. Lucas y S.Juan y que nos ofrecen un ejemplo a imitar, lleno de esperanza, para la vida íntima familiar y la propia vida social. Santa Emilia desde su infancia miró, contempló y vivió los carismas de esta Sagrada Familia que dio sentido y plenitud a su vida y así nos lo contagia y transmite con su auténtico testamento de vida. 
Sigue Sus Huellas
L.C.R.

No hay comentarios:

Publicar un comentario