"No podemos dejar que otros hermanos carezcan de lo necesario mientras a nosotros nos sobran cosas"

jueves, 18 de junio de 2015

HISTORIA DEL CENTRO EL BUEN PASTOR DE TOUMODI

DESDE SUS INICIOS HASTA HOY...
La Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Villefranche, en su trabajo cotidiano en el Centro Penitenciario de Toumodi, detectaron dos situaciones muy preocupantes que requerían atención. Una, la presencia de menores en el Centro Penitenciario y la reincidencia de estos menores una vez cumplida la condena. Y la segunda, niños abandonados por sus familias deambulando por las calles, malnutridos y desprotegidos totalmente ante grupos organizados que trafican con menores.
Situación de los niños en los países en desarrollo: En Costa de Marfil como en el resto de ciudades de países en desarrollo existe un gran porcentaje de niños que viven en la calle, por lo general separados de sus familias, en condiciones extremas de vulnerabilidad e indefensión. Entre los niños que sobreviven en las calles de las ciudades, algunos lo hacen con otros familiares, pero la mayoría están separados de su familia por razones muy diversas. Unos han sido abandonados por sus padres, por la incapacidad de mantenerlos debido a la pobreza. Otros porque han huido de casa, por haber sufrido abusos físicos u otras razones. A veces la separación se ha producido por el caos y la confusión propios de las migraciones forzosas y masivas de población ocasionadas por los conflictos civiles. Otras veces, los niños de la calle son huérfanos, cuyos padres han muerto en la guerra o por enfermedades como el sida, y que no han sido acogidos por otros familiares o personas.
No existen cifras fiables, es claro, que una gran mayoría de los niños de la calle son chicos. La menor presencia relativa de chicas se debe a que a éstas se les suelen asignar desde una edad temprana labores domésticas definidas, por lo que suelen tender a permanecer más vinculadas a la unidad familiar y ésta puede estar más interesada en retenerla en el hogar. Los niños de la calle, así como otros que simplemente trabajan en la calle, sobreviven realizando actividades en el sector informal de la economía, desde la venta de periódicos hasta la vigilancia de automóviles. Muchos otros tienen que buscar en la basura o mendigar. A veces se ven forzados a recurrir al robo, el tráfico de drogas y la prostitución, cayendo frecuentemente bajo el control de mafias de delincuentes. Por otra parte, constituyen uno de los grupos sociales más excluidos, indefensos y vulnerables: son fácil presa de las enfermedades, la drogadicción, el alcoholismo, la violencia callejera, los abusos policiales, e incluso de las agresiones y “operaciones de limpieza” de grupos de vigilancia y otros grupos armados. Su falta de acceso a la educación y a otros servicios sociales básicos les hace difícil poder salir del círculo de la pobreza.


Esta realidad les hizo reflexionar y buscar la manera de prestar acogida y acompañamiento. Fue entonces, cuando la Hna. Dolores Amo Navarro, religiosa de dicha congregación, junto con el apoyo de instituciones públicas como la Mancomunidad y Centro Penitenciario, familiares, vecinos y personas afectadas, plantearon una serie de prioridades y comenzaron a trabajarlas desde la cárcel. Pero, como a pesar de ello no era suficiente, comenzaron a idear un proyecto de centro. Finalmente, con la inestimable ayuda de la municipalidad, con la que contamos para este proyecto, así como la colaboración de la ONG Manos Unidad, fue en el año 2004, cuando se creó e inauguró el Centro " El Buen Pastor de Toumodi". 
Desde entonces hemos seguido trabajando en este sentido contando siempre con la colaboración de entidades locales y españolas; como es el caso de la ONG Presos sin Fronteras, el Excmo.Ayto. de Montilla, la Excma.Diputación de Córdoba y con las ayudas económicas de particulares voluntarios que han venido prestando sus servicios o colaboración económica.
El Centro El Buen Pastor, actualmente cuenta con una capacidad para atender alrededor de 30 niños-jóvenes, siempre priorizando conforme a los perfiles:
- Menores que ya han cumplido la condena.
- Menores sin hogar
- Menores abandonados
- Menores desplazados internos (por causas bélicas)
- Menores no escolarizados, procedentes de familias dentro del umbral de la extrema pobreza.
Con este proyecto, el Centro El Buen Pastor a seguido apoyando los mecanismo de protección en el barrio, acogiendo y formando a los niños y jóvenes, ofreciéndoles una formación integral humano-cristiana.
Os dejamos, un recorrido de imágenes aproximadamente desde el 2001 hasta el 2014, de la labor que ha llevado a cabo la Congregación Sagrada Familia de Villefranche, en Toumodi-Costa de Marfil (África)


Puerta del Centro Penitenciario: Dolores Amo Navarro, religiosa de la Congregación Sagrada Familia de Villefranche, en su visita y acompañamiento prestaba atención como enfermera.


Interior del Centro Penitenciario: Proyecto de Esterillas para dormir. Todas las personas que cumplían condena hasta el momento dormían en el suelo. A través de la colaboración de un centenar de personas la Fundación Rodat apoyó la realización de este proyecto.


Patio interior del Centro Penitenciario: los menores de edad comparten los mismos lugares que los mayores.


Reparto de comida para complementar la dieta de menores: durante varios años mediante la colaboración en diversos proyectos alimenticios se han beneficiado los menores y otras personas que sufrían desnutrición.




Talleres deportivos que han fomentado y favorecido la relaciones entre adultos y jóvenes desarrollándose desde el respeto y las buenas prácticas.



Celdas de mujeres: durante varios años con la colaboración de voluntarios económicos se pudieron apoyar proyectos para mejorar las vida de las mujeres dentro de la cárcel.


En 2004, se crea el Centro de Acogida El Buen Pastor para atender, acoger y brindar una oportunidad de crecimiento integral a menores y jóvenes en exclusión social y extrema pobreza. 

Memoria de actividades que se han realizado con los niños hasta el día de hoy como parte de su formación integral, de su reinserción social y en algunos casos laboral.


Panorámica de las instalaciones del Centro El Buen Pastor.


Un grupo de menores en la puerta del Centro "El Buen Pastor"


Taller de costura para menores y jóvenes impartido en el Centro "El Buen Pastor"




Taller de agricultura para menores y jóvenes en riesgo de exclusión.


Construcción del dispensario para atender a las familias del barrio de Toumodi.


Adquisición de furgoneta multiuso para el transporte de alimentos, medicamentos y personas del Centro El Buen Pastor.




Taller de mecánica en un local próximo al Centro el Buen Pastor, como parte de la formación en mecánica impartida a los menores.


Taller aprendizaje de la avicultura para los menores acogidos en el Centro "El Buen Pastor"


Reposición del medicamentos en el dispensario, para la atención médica de las personas de la zona y alrededores de escasos recursos económicos.


Taller proyecto de plantación de tubérculos en el Centro El Buen Pastor, para complementar la alimentación de los menores.


Proyecto de agua y canalización para regadío de las semillas plantadas en el Centro El Buen Pastor.


Taller de manualidades para recaudar fondos para el centro.


Construcción de una cocina en el Centro El Buen Pastor para menores y jóvenes que se atienden diariamente

Talleres de alfabetización de menores y jóvenes en el Centro El Buen Pastor.



Finalización de la ampliación del Centro El Buen Pastor (2013-2014)

El Centro El Buen Pastor de Toumodi, sigue necesitando de ti, para poder seguir acogiendo y formando a refugiados, jóvenes que cumplen condena, niños abandonados en las calles, menores en riesgo de exclusión.

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