"No podemos dejar que otros hermanos carezcan de lo necesario mientras a nosotros nos sobran cosas"

martes, 15 de octubre de 2013

SANTA EMILIA BUSCÓ EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA



Santa Emilia de Rodat buscadora incansable de la Verdad y fiel seguidora y servidora del Reino, la seguimos descubriendo ayer, hoy y mañana. 
Desde su biografía transcribimos como la oración y en concreto el ejercicio de la meditación según ella confiesa en su diario; se apoderaron desde niña de las facultades de su alma. Y para ello, sin la menor dificultad se dio a tal ejercicio diariamente por espacio de media a una hora. Esta es la valiosa herencia que nos deja en su ausencia. Podemos aprender a meditar y orar al Padre nuestro, Padre de todos; que también ella lo descubrió así como Jesús y nos lo transmitió gratis con su vida.

¡Nuestra Santa Emilia se embriagó tantas veces de la presencia de Dios y de Su Palabra!. Que me hace atrevida a decir; que ser borrachos en este sentido no es en absoluto una locura ni un pasado de moda. Porque buscando y experimentado el Padre de todos; lo que tengamos que hacer será signo de lo que hemos recibido gratis.

Y en perfección esto lo palpamos en Jesucristo. En los Evangelios podemos ir profundizando y meditando  en su vida de oración desde la constante búsqueda que vivió Jesús de Nazaret. Él oraba ante cualquier acontecimiento cotidiano de su vida; alababa, meditaba, pedía, lloraba, clamaba, se abandonaba, confiaba, buscaba la voluntad del Padre. Podemos leer cómo antes o incluso después de actuar Jesús ora a su “Abba” (papaíto bueno)”. 
Pero ¿oraba sólo por él? ¿por quién oró Jesús?

Jn 17, 12-17. “…Padre, ahora voy a ti, y digo esto en el mundo, para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo, les he dado Tu Palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo; como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad: Tu Palabra es verdad”.

Jn 17, 24-26. “…Les he dado a conocer y les daré a conocer Tu Nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, como también yo estoy en ellos”.

Jn 16, 5-15. “… Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora: cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena… Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará”.

Jesús nos dejó la oración perfecta y la gran herencia que nos hace  “humildes y confiados”, nos deja el Espíritu Santo que nos anima, consuela, nos guía, nos conduce hasta la Verdad…

Mt. 6, 7-15  Vosotros rezad así;“Padre nuestro del cielo,santificado sea tu nombre,venga tu reino,hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.Danos hoy el pan nuestro, perdónanos nuestras ofensas;pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido.No nos dejes caer en la tentación,sino líbranos del maligno”



SIGUE SUS HUELLAS
L.C.R.

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