"No podemos dejar que otros hermanos carezcan de lo necesario mientras a nosotros nos sobran cosas"

jueves, 13 de junio de 2013

SIGNOS DEL ESPÍRITU EN EL MUNDO

Desde hace bastante tiempo se ha venido desarrollando toda una teología de los "signos de los tiempos", como una forma de percepción de un plan divino para la historia humana. -"¿Así que sabéis descubrir el aspecto del cielo y no podéis discernir los signos de los tiempos?" (Mateo 16,3)

¿Podemos discernirlos? En todas las épocas de la historia surgen personas con una gran fe en Dios, valientes, que se enfrentan abiertamente a la injusticia, que sufren por sus ideas y nos dejan una huella profunda, a veces inexplicable pero con un aroma que todo lo invade. Ese aroma proviene de Dios mismo, que se ha acercado a los hombres; a través de ese mediador, Jesús.

¿Qué nos dicen los tiempos de hoy? En todo el mundo globalizado clama un rechazo a la irracionalidad que es la causa de un apego perverso a ciertos bienes y como consecuencia, la causa del sufrimiento de tantas personas en tantos lugares del planeta, sean del llamado primer mundo, sean del llamado tercer mundo.


Dios se hace visible
 En este contexto ¿como discernir el sentido de nuestro mundo? ¿Dónde las señales? Abundan y sobreabundan, pero no las vemos, unos porque no saben ver y otros porque no les interesa. Dios no deja de guiarnos, y utiliza para ello a personas que de alguna manera hacen de mediadores entre Él y nosotros, algunas conscientemente y otras menos conscientes, de forma muy sencilla y personal o de manera más pública; en las pequeñeces o en grandes manifestaciones.  

Aquí el testimonio de EttyHillesum de una persona libre, valiente, con una libertad que nadie puede arrebatar, ni aun en los peores momentos de opresión y tortura, ni con la muerte. Nos hace descubrir dónde está la dignidad humana, dónde la mano de Dios. Conocer la historia de Etty Hillesum y su impresionante fuerza interior hasta el extremo de tener piedad ante sus torturadores nos cuestiona nuestra fe. Tener una lectura orante de esta historia, o de tantas como encontramos en nuestros más próximos; nos invita a romper con los esquemas que "la sociedad de bienestar" nos quiere inculcar esos sus valores (de rechazo a todo sufrimiento, y de odio al adversario).


Ponemos nuestros ojos en Jesucristo, que sufre y muere por y con el que sufre. Con los ojos puestos en Jesús nos atrevemos a interrogarnos ¿Veo a Dios presente en cada hermano?¿Qué necesita mi hermano?. Sí, necesitamos fijar los ojos en Jesús, hacer silencio y escuchar Su Palabra. De otro modo corremos el riesgo de vivir ensimismados, justificados, ciegos e impasibles ante tanto sufrimiento ajeno. Cada ser de Cristo tenemos una tarea por delante que se traduce en la responsabilidad de verlo, de escucharlo y de acompañarlo sabiéndonos siempre "siervos inútiles ..."

                                                   Caminamos en esperanza
L.C.R.


Lectura sugerida:"Fijos los ojos en Jesús"
Autor: JuanMartín Velasco,José AntonioPagola,DoloresAleixandre Parra

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