SANTA EMILIA, UNA VIDA CÉLIBE PARA SERVIR

Por datos históricos sabemos que Jesús de Nazaret creció en aquella aldea; en medio de la naturaleza. Con sus ojos muy abiertos a ese mundo que le rodeaba vemos en los evangelios que nos invita a ir más allá de lo que se ve en ella. Jesús, nos habla desde la vida y si queremos sintonizar con Él, captar su experiencia de fe; es necesario "amar la vida y sumergirse en ella".

¡Abrirse al mundo y escuchar a la creación entera!

Jesús fue descubriendo algo que se fue apoderando de su corazón cada vez con más fuerza, y se consagró. Se entregó en cuerpo y alma al "Reino de Dios" Mt.19,12... En este capítulo Él usa una imagen que aludía a un hecho muy conocido, la condición de los eunucos. Estos hasta el momento podían serlo por una deficiencia de nacimiento, o por una intervención humana; pero inmediatamente añade que había una nueva clase, la suya. Es decir, los eunucos por el reino de los cielos. Jesús nos abre una perspectiva aún más innovadora: elegir voluntariamente unas opciones de vida  por el reino.  La entrega de Jesús es total al reino, en cuerpo y alma. Pero sigue diciendo "no todos lo pueden entender". En el sentido de que no todos son capaces de captar su significado, de aceptarlo y de ponerlo en práctica. Eso puede significar que hay diversidad de caminos, de carismas, de funciones, como reconocía San Pablo. El cual hubiera deseado espontáneamente compartir con todos su ideal de vida virginal. En efecto, escribió: «Mí deseo sería que todos los hombres fueran como yo; mas cada cual -añadía- tiene de Dios su gracia particular: unos de una manera, otros de otra» (1 Co 7, 7). 

Nuestra querida fundadora Sta. Emilia de Rodat también fue dejándose hacer por Dios. En estos poquitos meses que llevamos compartiendo en nuestro blog hemos podido ir releyendo que a través de la vida que le toca vivir; su familia, sus amigos, otras hermanas religiosas... Y desde su más profunda amistad amorosa con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo brotó de ella una libre conciencia a un celibato por el "reino de los cielos" como fruto de su escucha y pasión por los más pobres. 

Hoy te podrías preguntar ¿en qué estado me encuentro? Sin darle más importancia de la que tiene, pues como afirmaba santo Tomás, «de la variedad de los estados brota la belleza de la Iglesia» (Summa Theol., II-II, q. 184, a. 

Y como cristiano, como hombre de Cristo ¿cómo estás de escucha y pasión por los más pobres? ¿es el reino de justicia, de igualdad, de amor... el fruto de tu cristianismo?

¡QUEDA TANTO POR HACER! ¡CODO CON CODO VAMOS A INTENTARLO!

ES A NOSOTROS A QUIEN SE REVELÓ; QUE EL AMOR ES MÁS FUERTE QUE LA MUERTE Y EL ODIO.

Y EL SERVICIO ES EL MODO CONCRETO DE AMAR.

Sigue sus huellas

L.C.R