LA OPCIÓN VITAL DE SANTA EMILIA ¿Y LA NUESTRA?

El ambiente familiar de elevado nivel cultural y viva herencia cristiana, marcará profundamente su vida.   Son éstos los años en que su personalidad y su fe van adquiriendo solidez. Ya desde entonces destaca su fuerte sensibilidad hacia los pobres.      En ellos descubrirá más tarde, la gran revelación de la voluntad de Dios para su vida.

¿En mis opciones por los pobres tengo presente a Jesús de Nazaret, lo que       hizo y dijo?
Seguimos dejándonos interpelar por la vida cristiana de Santa Emilia porque nos enseña con su humildad que ser de Cristo es una opción personal como respuesta a la Gran Invitación que nos hace Jesús "SEGUIDME". Ya que la iniciativa parte de Él. 
Nos hace una advertencia. Hoy me dice ¡cuidado!... Quien se busque a sí mismo se perderá...  Por el contrario, quien no se interesa por los placeres, por las comodidades, por cumplir sus caprichos y egoísmos; quien piensa en los demás, se entrega por ellos y los ama, ese alcanzará lo más importante, lo que nunca ha de acabarse: la vida eterna que comienza aquí y ahora. 
Podemos ver en Santa Emilia como desde su debilidad, se adhiere totalmente a Jesús desviviéndose por los más pobres. Esta adhesión es la que le hace superar la sequedad de su alma pues aún cuando no sentía nada en sus oraciones; oraba y oraba. La perseverancia en la oración llega hasta el final de su vida... Esta perseverancia ante toda dificultad le da la sabiduría de creer que Él está Vivo y Actúa. A nosotros nos revela que esta adhesión es más que un  sentimiento. Que es vital el saber, para descubrir y esperar... Que esta adhesión a Jesús, este es nuestro ser cristianos, la sabiduría que se nos revela en un Dios pequeño y pobre, en un Dios que muere y nace en cada persona.

LA POBREZA DE HOY Ahora se cree que la felicidad reside en tener bienes materiales, en parecerse a determinado modelo famoso impuesto por los medios de comunicación y, en aparecer en ellos (conseguir al menos cierta fama). También sabemos que la pobreza no es solo una cuestión social sino que abarca una realidad estructural y masiva. Conocer unas pinceladas sobre la pobreza material, espiritual y evangélica; nos prepara a cuestionarnos ante nuestra postura y compromiso real concretizado en nuestra opción por los pobres; como principio- opción de vida cristiana. Al final podríamos preguntarnos ¿Qué compromiso espiritual y material vamos descubriendo a nivel personal y comunitario?

LOS POBRES SIGUEN GRITANDO Y RECLAMANDO UN PROYECTO SOCIAL ALTERNATIVO
Los pobres juzgan a la sociedad actual y se sitúan en la perspectiva de su cambio en favor de una sociedad nueva. Por eso "pobre" está ligado indisolublemente a la idea de revolución, en el sentido preciso de cambio de las bases de un sistema social.

Sólo desde la conciencia crítica de la pobreza social en que vivimos, emerge lo alternativo, como conciencia de transformación del sistema a partir de los oprimidos.

NUESTRA OPCIÓN LIBRE Y CONSCIENTE POR LOS POBRES: 
Desde la realidad en la que cada uno se encuentra, podemos ir tomando opciones desde una consciencia libre e ir implicarnos por los últimos.
Podemos agrupar ahora, sin más, algunas implicaciones concretas de la opción por los pobres. Especifiquémoslas en tres niveles: el de la espiritualidad, el de la pastoral y el de la política.

En el nivel de la espiritualidad podemos decir que la opción por los pobres tiene las siguientes implicaciones concretas:

- la pobreza evangélica, comprendida como un estilo de vida austero.

- la comunión de vida y lucha con el pobre.

- la disposición martirial, que, juntamente con la incomprensión y la persecución, constituye la consecuencia más cierta de la opción por los pobres, ya prevista por Jesús (Mt 5,10-11).

- el respeto y el amor a la persona de los pobres.

En el nivel pastoral, sobre todo en la Iglesia jerárquica, opción por los pobres significa:

- redefinir los sectores pastorales: liturgia, catequesis, etc., en función de la preferencia por los pobres.

- evangelizar a los pobres como destinatarios primeros de la buena nueva.

- alimentar la esperanza de los pobres en un mundo libre e igualitario.

- denunciar las injusticias cometidas con ellos, especialmente cuando no tienen voz ni voto.

- concienciar a los pobres, esclareciendo los mecanismos y estructuras de opresión que los oprimen y despertando el sentido de sus derechos y obligaciones.

- solidarizarse con los pobres y apoyarles en sus luchas legítima.

Por último, algunas implicaciones políticas que nos atañen:

- preocuparse por conocer, a través de contacto directo o también críticamente, la realidad de la pobreza y sus causas, a fin de adoptar así una posición política lúcida y eficaz.

- discernir las iniciativas históricas desde la óptica de los pobres: partidos, organizaciones políticas, programas de gobierno, ideologías y proyectos históricos.

- aliarse con los grupos que favorecen la liberación de los pobres y distanciarse de los que los oprimen o manipulan.

- favorecer la organización autónoma de los pobres en sus diversos niveles: sindical, de partido y asociativo en general.


UN RATITO DE ORACIÓN  COMPARTIDA

¿Descubro que mi implicación por los pobres es más que dar limosna y que para ello debo cultivar mi conciencia?
¿He pensado alguna vez que el sistema actual del ahorro favorece la pobreza?...

¿Me formo e informo de nuevas alternativas ante tanta crisis y hambre de justicia y derecho?

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L.C.R.